Y ahora un blog …

Internet siempre ha sido algo que me ha llamado extraordinariamente la atención. Quienes no me conozcáis pensaréis que soy poco original, que soy uno más que se siente atraído por esta corriente que parece arrastrarnos a todos en los tiempos actuales. Pero si además supierais que soy Ingeniero en Informática desde hace ya dieciséis años, y llevo desde entonces ejerciendo esta profesión, pues quizás quede algo sorprendido (o mucho) del porqué de esta expresión.

Cada día que pasa intento irme a dormir dejando a un lado el trabajo, las preocupaciones, los problemas … a veces lo consigo. Otras veces, sin embargo, casi siempre por casualidad, descubro algo nuevo, algo que en ese mismo instante me hace saltar una chispa y que me obliga a investigar, comprender, …, dominar. Ese algo casi siempre es Internet. Y muchas veces me despierto igual que me he acostado, con esa idea dando vueltas en la cabeza.

!Faltaría más que un informático no se sintiera atraído por Internet! – pensaréis. Bien, la cuestión es que ese algo que para muchos forma parte de su trabajo para mí se ha convertido en un hobby, y a veces no sé bien donde está el límite entre lo profesional y la afición. Lo cierto es que disfruto con lo que hago, y eso no todo el mundo puede decirlo.

Hace tiempo que creé mi primera web. En aquel momento sentí la necesidad de aprender, de explorar un nuevo mundo, nuevas tecnologías, nuevos lenguajes. Decidí que la mejor forma de entender la web era atacar directamente el asunto programando en HTML, JavaScript, CSS y más tarde PHP. No me sentí en absoluto atraído por entornos integrados de desarrollo (IDE). Probé FrontPage, Macromedia, Adobe, … Ninguno me sedujo. Obviamente no tuve la necesidad de dedicarme profesionalmente a diseñar webs, porque de lo contrario no me habría quedado más remedio que optar por alguno de ellos (fundamentalmente por una cuestión de productividad).

Ahora es la web 2.0, los gestores de contenidos (CMS), poder dedicar más tiempo a lo que realmente importa: la información. Sentía atracción por ciertas webs de personas que, sin tener conocimientos de programación (por lo menos en apariencia) y sin gastarse un duro ó un euro conseguían transmitir gran cantidad cosas (y calidad). Para mí era algo inalcanzable con mis rudimentarios métodos. Y de ahí surgió la necesidad de dar el paso definitivo al mundo de los blogs.

¿Por qué WordPress? Supongo que porque es el que más me suena. Aquí me he dejado llevar por las modas. Podría haber escogido cualquier otro de los que me brinda la plataforma hosting donde tengo este sitio (dotclear, drupal, joomla ó spip). Todos ellos se pueden instalar con un solo clic. Con el tiempo pienso in probándolos todos, ya os contaré mis impresiones. Con lo poco que he podido probar hasta ahora pienso que WordPress puede satisfacer todas mis necesidades.

Como conclusión a este mi primer post, y dedicada a los no iniciados en la materia quiero deciros que no lo dudéis, el futuro de Internet es sin duda éste, la web 2.0 ha llegado. Ahora toca dejar atrás los típicos prejuicios y miedos de tiempos pasados. Yo viví la transición del entorno carácter al modo gráfico, de la programación estructurada a la programación orientada a objetos, de tenerlo todo controlado con cuatro funciones a tener que controlarlo todo con eventos (y todavía el usuario hará algo que no tuviste en cuenta), …, y aún sigo viendo aplicaciones que se ejecutan bajo entornos de MS-DOS. Aquellos que tuvieron esos prejuicios y esos miedos de que …lo tengo todo bajo control… , …con las nuevas herramientas no sé si se podrá hacer lo mismo que hago yo con las viejas… , …no tengo tiempo para aprender un nuevo sistema…, ahora critican a los fabricantes de esos nuevos sistemas operativos de 64 bits porque sus aplicaciones de 16 bits ya no funcionarán. Como consuelo, siempre les queda la opción de capar la máquina en la que han invertido dinero para que funcione con 4 u 8 gigas de RAM y configurarla en modo de compatibilidad de 32 bits, eso sí, donde sólo verán 3 gigas de RAM (los otros serán dinero tirado, por el cliente claro), o instalar una máquina virtual para ejecutar su aplicación. En fin, todos ellos, igualmente encontrarán los mismos problemas y dificultades a la hora de actualizarse a los nuevos tiempos de Internet.

No dejéis que os engañen, la decisión es vuestra.

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